Una técnica de coaching ayuda a identificar las metas para el 2015
De cara al nuevo año, los balances y las nuevas metas están a la orden del día. Una técnica de coaching ayuda a "visualizar" lo que queremos para que se haga realidad
Cada fin de ciclo casi que obliga a hacer un balance y replantearse objetivos.
Tanto las de corto como las de largo plazo, cuando se termina un año y
se piensan nuevas metas para el que empieza, el cómo se plantean los
deseos no es un tema menor.
Al parecer, lo más
importante a la hora de plantearnos alcanzar algún objetivo es decidir
qué es lo que realmente queremos conseguir. Dicen los que saben que
nunca alcanzaremos ninguna meta si previamente no determinamos
claramente el objetivo.
Para Lucila Guttman, coach ontológico de salud y bienestar,
las exigencias y responsabilidades del día a día hacen que contemos con
muy poco tiempo para sentarnos a reflexionar qué es lo que realmente
queremos conseguir.
"Imaginar, crear imágenes mentales,
visualizar; todo tiene que ver con proyectar la realidad que deseamos,
las soluciones que necesitamos, los cambios que queremos. La visualización es una técnica que apunta a resultados futuros pero
que, a la vez, nos invita a sentirnos bien en el presente. Y lo mejor
es que depende únicamente de nuestras propias aspiraciones", consideró
Guttman, para quien "al crear y ver una imagen o una secuencia de hechos
a través de la mente, por medio de su actividad cerebral la persona
empieza a proyectar un estado físico o emocional, una situación, un
deseo, un plan, una intención que quiere en su vida".
Esta es una manera de entrenar la mente y direccionarla por
medio de la escucha interior de nuestros pensamientos y anhelos.
Requiere concentración, tranquilidad, imaginación y práctica. "Es
posible que, en una primera visualización, las imágenes no surjan tan
rápidamente, que cueste encontrar la vía de conexión interior y que haya
trabas que vienen desde el afuera para poder visualizar con claridad",
explicó la especialista, quien recomendó que "en estos casos, el
ejercicio de esta práctica constante será la solución a la
desconcentración y a la falta de retratos mentales".
La visualización provoca resultados que pueden percibirse en la realidad.
Ya sea con objetivos cercanos o lejanos, grandes o pequeños, la técnica
es un canal para lograrlos y, en definitiva, acercar a la persona al
bienestar.
"De este modo -continuó Guttman- es una estrategia para direccionar nuestras vidas hacia el lugar deseado, favoreciendo los cambios necesarios para que esto se produzca y, por consiguiente, mejorando nuestra calidad de vida".
Podemos
decir que la visualización es una actividad creativa, que se potencia
con nuestro vuelo propio y que es única en cada ser humano, porque todos
podemos visualizar imágenes diferentes, aunque nos estemos imaginando
una misma situación.
Tras asegurar que "las personas que
practican la visualización tienen una actitud activa con respecto a su
vida y van en busca de deafísos", la especialista en coaching destacó
que se trata de personas que "no esperan que el mundo les provea lo que quieren, sino que son protagonistas de su futuro y comienzan preguntándose qué es lo que desean para imaginarlo y luego concretarlo en el día a día".
"Las personas que practican la visualización tienen una actitud activa con respecto a su vida y van en busca de deafísos"
Cómo visualizar
• Las imágenes que se visualizan deben ser lo más exactas posibles, con detalles de colores, formas, olores.
•
Si es demasiado complejo, se pueden tomar imágenes de revistas, fotos
de lugares u objetos y traspasarlos a la mente de forma precisa y
minuciosa.
• Una vez lograda, pensar cómo eso puede llegar de manera concreta, cuáles son las vías para obtener esos anhelos.
•
Repetir la visualización con frecuencia, de ser posible a diario, en un
espacio de calma que favorezca la atención de la mente.
•
Es fundamental que la visualización incluya a la persona como parte de
la escena, Por ejemplo, si se crean imágenes mentales de un nuevo
departamento, hay que verse desayunando ahí.
• Creer que
lo que se está visualizando se concretará en la realidad es un factor
clave. Es esencial que cada uno esté convencido de los beneficios de
este procedimiento. Y de los resultados que obtendrá con su práctica.
¿Hay algo que estoy haciendo mal?
Muchas
veces creemos que estamos haciendo adecuadamente un proceso de
visualización, pero descuidamos algunos aspectos que pueden estar
demorando nuestros resultados. Por ejemplo:
- Mezclamos imágenes negativas. Si
queremos visualizar un día laboral positivo las imágenes deben tener
este foco exclusivamente. Los problemas, inconvenientes, malos
entendidos o discusiones laborales deben quedar afuera de nuestros
pensamientos.
- No agradecemos. Agradecer lo que
tendremos o lo que anhelamos que suceda es una señal de confianza en el
proceso, y provoca un pensamiento con la fuerza necesaria para que la
visualización se plasme en la realidad.
- El entorno o nuestras palabras comunican lo contrario.
Es preciso evitar las contradicciones a las visualizaciones. Por
ejemplo, si queremos tener una pareja, no es conveniente repetir frases
del estilo "el amor no es para mí" o "ninguna relación me dura".
Guttman remarcó que "la visualización es una técnica que requiere práctica para implementarla como un hábito,
así es que lo ideal es comenzar a beneficiarse con ella
perfeccionándola por medio de pequeños deseos. Es decir que podemos
empezar a visualizar algo pequeño, para pasar luego a algo más grande y
realmente significativo para nuestra vida y nuestras proyecciones".
"De este modo -para ella- visualizar es una manera de entrenar nuestra mente en un camino de bienestar y de autoconocimiento, creando día a día la realidad ideal para cada uno, más allá de los mensajes y creencias impuestos por la sociedad".
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